La visión (2ª parte)

Me quedo observando la ventana del bar, y aunque he desayunado, los donuts de chocolate que hay detrás de la barra, con el resto de bollería para los desayunos, tienen una pinta bastante tentadora. «mmm…» pienso, pero también esque llego tarde al trabajo si me entretengo, pero esos donuts…  Bueno, pues para no perder tiempo, entro al bar, dispuesto a comprarme 1 donut, espero unos segundos y por ahi no aparece nadie.
– ¿hola? – le digo al aire. Evidentemente, el aire no contesta. Pero tampoco nadie mas, no hay respuesta.
– Buenos días! – Repito el saludo, sin repetir las mismas palabras, por si me había oído alguien la primera vez, para no parecer cansino. Pero nada. Allí no hay nadie. La puerta que hay detrás de la barra, donde supongo que habrá una cocina, un almacén o algo, está entreabierta y hay luz. Me acerco a ella y digo mas alto:
– HOLAA.
Nada. ¿Donde se ha metido el tío? ¿por que deja el bar así abierto si no hay nadie? Vuelvo a mirar el donut y ahí sigue, tan reluciente de ese color marrón oscuro tan, seguramente delicioso. Me tengo que ir a currar. No puedo esperar mucho tiempo. Que hago, ¿soy honrado y me voy sin el donut? ¿le chorimango(1)? ¿espero un poco mas por si aparece el tío? ¿me sirvo un cubata? No.

Decido entrar a la barra y mirar detrás de la puerta, a ver si está ahí. Entro y efectivamente, era una cocina. Enana, pero una cocina. Suficiente para hacer 4 pinchos y cortar jamón. Pero no hay nadie. No hay ni jamón, solo queda el hueso. Bueno pues salgo, y el donut ahí sigue. Le cojo, miro la caja registradora (joder, ya que estoy…¿no?) pero no se abrirla. Así que me salgo de la barra y me voy de ahí antes de que aparezca por sorpresa.

Mmmmmmmmmmm q rico el donut! bueno, esto si que es gracioso. Estoy en medio del centro neurálgico de la ciudad, donde todos los días están pasando coches continuamente y donde es imposible cruzar el paso de cebra en el que no hay semáforo, y hoy, no hay ni dios. Ni un solo coche.  Ni tampoco personas. Estoy solo, como Eduardo Noriega en Abre los ojos. ¿Será esto un sueño? No se, pero te diré lo que no es: un sueño erótico. Ni un sueño normal. Estoy bien despierto, y esto es muy raro.

Bueno, ya estoy llegando a la oficina…

(continuará…)

(1) Uno de los significados de la palabra chorimango es del verbo chorimangar, que quiere decir robar. El otro significado no es un verbo, es un sustantivo, y no hace falta que lo diga.

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