Un concierto que dura un año

Hace 1 año empecé con este blog. Porque quería empezar con algo nuevo. Necesitaba un cambio en mi vida, y empezar con un blog me pareció buena idea para empezar con esos cambios. Escribir lo que me diera la puta gana y publicarlo en un medio en el que el único censor soy yo. “Que lo lea quien quiera. Algún despistado caerá por este blog y leerá algo…” No me importa que sea 1 persona, o 1 millón. Con lo poco orgulloso que soy con mis cosas, casi prefiero que fuera 1, para no pasar por el miedo al rechazo ante 1 millón de lectores. Si gusto, será a pocos, pero si disgusto, también será así. Al final no he publicado todo lo que me hubiera gustado. O lo que había pensado en un principio que publicaría. De todas maneras no he publicado todo lo que he escrito pero aun asi, esto ya se sabe. Va por rachas, lo mismo me da por escribir cada día o cada 2 días o cada semana, como que me estoy meses sin escribir nada.

Mi vida en este año ha cambiado bastante en varios aspectos, y eso está bien, porque llevaba atascado un tiempo. Era lo que quería, para mantener esta débil ya de por sí salud mental.

Bueno, pues nada, a seguir con el rollo. A ver si este año escribo más,…o por el contrario este blog muere definitivamente… ¿Que pasará? ¡Chan chan chan chan!

Príncipes y princesas

Cintia vuelve a casa. Ha pasado la mañana y parte de la noche en casa de otro hombre. Otro error. Su vida está llena de errores. La búsqueda del hombre perfecto se está haciendo imposible. Cuanto más busca, menos encuentra. Lo que sí encuentra son placebos, hombres que sin ser el príncipe azul, la hacen sentir una sucia princesa. Eso le gusta. Hasta que el momento termina y ve que otro error ha pasado por sus labios. Infinidad de errores han pasado por esos labios, y cuantos más, más le gusta. El príncipe azul parece no existir, y cuantos más errores despacha, más real se hace la idea de que encontrar a ese hombre es irreal. Quizá no haya príncipe para esta princesa. Puede que ese hombre no alterne donde esos Gastones. Seguramente no busque en el lugar correspondiente, o simplemente ese príncipe no quiere que Cintia le encuentre, que más que una princesa, es una ramera de Gastones.